ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: de ...

de
pedir
un beso....

en mitad de la película, y hay quienes se arrodillan
y hacen un poco el ridículo.
Los hay que también que piden un beso
con media sonrisa, como si el beso fuera el final de un chiste,
y hay quienes prefieren poner esa cara de cordero degollado.
Y no pocos son los que se ponen demasiado ansiosos
y, claro, por lo común el ansia es repelente.
Los resultados de las encuestas difieren en muchos aspectos:
lugar, hora, iluminación, atuendo, perfume o banda sonora
que forman el escenario de la petición.
Pero hay un extraño punto en el que las estadísticas se ponen de acuerdo:
cuanto menos ruido se haga al pedir un beso,
mayores son las posibilidades de que la petición sea cumplida.

(Laura von Schultzendorff, catedrática en Teoría del Beso)