En 1968, Vicente abandona la India, rumbo a España. Tres meses después consigue el visado de nuevo, gracias al interés personal de Indira Ghandi y se instala en Anantapur (Andhra Pradesh), ante la prohibición de hacerlo en Maharashtra. A su llegada a la árida región, una de las más pobres del país, retoma su lucha y vocación de ayudar a las personas más desfavorecidas. En 1970 deja la Compañía de Jesús y crea, junto a quien se convertirá en su esposa unos meses más tarde, Anne Perry, la Fundación Vicente Ferrer.