¡Hay qué ver, cómo ocupan los nietos el tiempo de las abuelas! Y digo esto porque, como estoy segura que muchas abuelas, estos días he tenido a mi nieto en casa; entre tanto juguete, "los mimillos" de los abuelos, el "abela men a jubar", "quero bibi" y un sin fin de cosas más he estado ocupadísima, y con el corazón a rebosar de felicidad sólo en ver cómo poco a poco va aprendiendo todo lo que se le pone por delante. Pronto cumplirá 2 añitos, pero como supongo que muchos niños más, sabe más que lo ratones coloraos. Esta mañana, sin ir más lejos, me ha "birlao" el móvil y cuando me he dado cuenta estaba manteniendo una "conversación" la mar de interesante con Rosa (Kuenca) Le ha mandado un montón de besos además de decirle los nombres de toda la familia, incluídos sus abuelos del pueblo y el de su yaya Nuri... ¡Qué os voy a decir más...! Pues que estos días, me ha tocado enseñarle a cocinar con sus "cacharritos", a aprender las vocales, los números, los signos de sumar, restar, multiplicar y dividir, además de intentar que aprenda el Abecedario, que ya casi lo tiene "chupao". De cantar, ni os cuento: se ha "tirado" por Antonio Molina con Cocinero, cocinero, y con el Ave María de Shubert. Yo creo, que tal como nacen ahora los chicos de listos, en los años venideros sólo tendremos SABIOS, porque... ¡Anda que no saben, los pilluelos! ¡Y qué zalameros son los "briboncetessssssssssss!
No ha quedado todo ahí, porque lo más gordo de todo, fue cuando nos hizo a su abuelo y a mí meternos con él en una especie de cabaña o tienda que le trajeron los Reyes. Primero entramos él y yo y pudimos salir bien aunque yo lo hiciese a cuatro patas, pero cuando entró Javier y luego quiso salir... ¡Madre del Amor Hermoso...! ¡Un poco más y le tenemos que ayudar la abuela y el nieto. ¡Arrastrándose de mala manera salió de allí! Bueno, el culo. ¡Arrastraba el culo, y salió a trancas y barrancas! Está visto que ya, a nuestras edades, no podemos ir por la vida "arrastrados" como p... ta por rastrojo", que decía aquel...
No ha quedado todo ahí, porque lo más gordo de todo, fue cuando nos hizo a su abuelo y a mí meternos con él en una especie de cabaña o tienda que le trajeron los Reyes. Primero entramos él y yo y pudimos salir bien aunque yo lo hiciese a cuatro patas, pero cuando entró Javier y luego quiso salir... ¡Madre del Amor Hermoso...! ¡Un poco más y le tenemos que ayudar la abuela y el nieto. ¡Arrastrándose de mala manera salió de allí! Bueno, el culo. ¡Arrastraba el culo, y salió a trancas y barrancas! Está visto que ya, a nuestras edades, no podemos ir por la vida "arrastrados" como p... ta por rastrojo", que decía aquel...