"SEGÚN UN NUEVO ESTUDIO
El verdadero origen de la fibromialgia.
GACETA. ES/AGENCIAS
La enfermedad era hasta ahora una gran desconocida, algunos especialistas incluso la consideraban una enfermedad mental.
Un estudio reciente publicado en el diario The Washington Times prueba que la fibromialgia es una enfermedad física y no psicológica como muchos médicos defienden. El estudio, a cargo del Centro Nacional de Información Biotecnológica (NBIC) de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de Estados Unidos, ha dado con la causa de esta enfermedad...
El verdadero origen de la fibromialgia.
GACETA. ES/AGENCIAS
La enfermedad era hasta ahora una gran desconocida, algunos especialistas incluso la consideraban una enfermedad mental.
Un estudio reciente publicado en el diario The Washington Times prueba que la fibromialgia es una enfermedad física y no psicológica como muchos médicos defienden. El estudio, a cargo del Centro Nacional de Información Biotecnológica (NBIC) de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de Estados Unidos, ha dado con la causa de esta enfermedad...
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Según este estudio la culpable de esta enfermedad es la alteración de la temperatura corporal. En condiciones normales, el cuerpo humano se mantiene en una media de 37 ºC, y la sangre actúa como un refrigerante corporal (igual que lo hace el agua en los radiadores de los coches). Sin embargo los enfermos de fibromialgia no pueden mantener su temperatura corporal de forma constante y esto sería lo que ocasione el dolor.
Qué produce el dolor.
Cuando el cuerpo pierde mucho calor (hipotermia) o la temperatura corporal aumenta demasiado (hipertermia), el hipotálamo, el núcleo cerebral responsable de regular la temperatura de nuestro cuerpo, se pone en marcha e intenta mantener el equilibrio dentro del organismo. Para ello utiliza la sangre y los vasos sanguíneos.
Cuando hace demasiado frío, los vasos se cierran (vasoconstricción) para proteger a nuestros órganos principales de la temperatura. Si hace calor, los vasos se abren (vasodilatación) para así refrigerar el cuerpo. De la misma forma, cuando realizamos ejercicio o usamos nuestros músculos para alguna tarea, la sangre fluye entre la piel y los músculos a modo de refrigerante.
Para que esta apertura o cierre del flujo se produzca correctamente existen unas comunicaciones y válvulas entre los vasos sanguíneos, son los shunts arterio-venosos, controlados por el hipotálamo para abrirse o cerrarse cuando convenga, manteniendo así el equilibrio corporal. Y finalmente tenemos los capilares sanguíneos, la forma de los vasos más pequeña de nuestro cuerpo que también ayuda a mantener la temperatura, entre otras funciones. Destaca su elevado número en pies y manos...
Según este estudio la culpable de esta enfermedad es la alteración de la temperatura corporal. En condiciones normales, el cuerpo humano se mantiene en una media de 37 ºC, y la sangre actúa como un refrigerante corporal (igual que lo hace el agua en los radiadores de los coches). Sin embargo los enfermos de fibromialgia no pueden mantener su temperatura corporal de forma constante y esto sería lo que ocasione el dolor.
Qué produce el dolor.
Cuando el cuerpo pierde mucho calor (hipotermia) o la temperatura corporal aumenta demasiado (hipertermia), el hipotálamo, el núcleo cerebral responsable de regular la temperatura de nuestro cuerpo, se pone en marcha e intenta mantener el equilibrio dentro del organismo. Para ello utiliza la sangre y los vasos sanguíneos.
Cuando hace demasiado frío, los vasos se cierran (vasoconstricción) para proteger a nuestros órganos principales de la temperatura. Si hace calor, los vasos se abren (vasodilatación) para así refrigerar el cuerpo. De la misma forma, cuando realizamos ejercicio o usamos nuestros músculos para alguna tarea, la sangre fluye entre la piel y los músculos a modo de refrigerante.
Para que esta apertura o cierre del flujo se produzca correctamente existen unas comunicaciones y válvulas entre los vasos sanguíneos, son los shunts arterio-venosos, controlados por el hipotálamo para abrirse o cerrarse cuando convenga, manteniendo así el equilibrio corporal. Y finalmente tenemos los capilares sanguíneos, la forma de los vasos más pequeña de nuestro cuerpo que también ayuda a mantener la temperatura, entre otras funciones. Destaca su elevado número en pies y manos...