
Ha transcurrido un año desde la última gala y ha sido, como era de esperar, un año difícil. Y es muy difícil tratar con cordura los tiempos convulsos en que nos encontramos y soy consciente de que las críticas no son agradables, pero sí absolutamente necesarias.
No quiero hoy quejarme, aunque motivos no falten, pero quisiera ser positivo, valorar la situación con objetividad y hacer una crítica constructiva que creo necesaria y, por supuesto, tratando de evitar que la verdad se corrompa o se desvirtúe por la mentira o por un silencio cómplice.
No quiero hoy quejarme, aunque motivos no falten, pero quisiera ser positivo, valorar la situación con objetividad y hacer una crítica constructiva que creo necesaria y, por supuesto, tratando de evitar que la verdad se corrompa o se desvirtúe por la mentira o por un silencio cómplice.