Está escrito que, "Cuando el alama se dispone a abandonar el cuerpo, se olvida de todos los parientes y amigos". Pero los vivos, son los que han de ocuparse de los que todavía residen en la tierra, así que, cuando tengas que llorar es mejor que llores; es lo más humano y alivia el corazón.
¡El ALMA, muchacha, el almaaaaaaaaaaaaaa, y no el alama! ¡Ay por Dios que borrucheta estoy hecha...!