El castellano cuenta con un extenso repertorio. "Es decir", "digo yo", " ¿me explico?", "como si dijéramos", "pues nada", " ¿lo pillas?", "no es porque yo lo diga, pero...", "escucha un momento" o "mire usted", son solo algunos ejemplos.
Las muletillas se dividen en distintos tipos: el latiguillo, caracterizado por su naturaleza temporal de modo similar al recorrido que traza una moda; la empuñadura, necesaria para encauzar y conducir determinados coloquios; y el timo, cuya principal característica es su carácter repetitivo en varias fases de un mismo alegato.
En un primer momento son conscientes pero, con su constante repetición, llegan a automatizase y utilizarse de forma inconsciente.
Las muletillas se dividen en distintos tipos: el latiguillo, caracterizado por su naturaleza temporal de modo similar al recorrido que traza una moda; la empuñadura, necesaria para encauzar y conducir determinados coloquios; y el timo, cuya principal característica es su carácter repetitivo en varias fases de un mismo alegato.
En un primer momento son conscientes pero, con su constante repetición, llegan a automatizase y utilizarse de forma inconsciente.