La mayor contribución de Paco de Lucía al flamenco es la de haber conseguido popularizarlo e internacionalizarlo, aunque ello haya supuesto muchas veces una merma de la pureza en el toque. Está considerado como un espléndido intérprete por su virtuosismo y su personalísimo estilo, que se puede definir como vigoroso y rítmico. Este estilo se manifiesta en la calidad de numerosas obras del artista.[cita requerida] Entre ellas, Entre dos aguas (rumba), La Barrosa (alegrías), Barrio la Viña, Homenaje al Niño Ricardo (soleá), Almoraima (bulerías), Guajiras de Lucía y Río Ancho (rumba)