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Pues en Valencia como no nos llueva pronto..... veremos este verano si no nos racionan hasta el agua, que el Angel de la Guarda nos mande unos buenos chaparrones ¡que falta nos hace ¡
Ya verás, ya verás mujer de poca fe, como el Ángel de la Guarda cuida bien a los campos valencianos y a sus habitantes, y llueve cuanto sea menester...
Pues ¡esto ¡ya va siendo serio los agricultores ya empiezan a notar la falta de ese oro liquido que es el agua ''pero'' la esperanza es lo ultimo que se pierde, esperemos que cuando lleguen las lluvias sea para bien. De momento hoy hemos tenido un domingo precioso con unas temperaturas que parecían final de primavera ¡ya se nota el ambiente fallero ¡
Por aquí, por Barcelona, el día también lo tuvimos bastante bueno. Celebramos con mis hijos y sus respectivas, mis nietos, mis consuegros, mi suegra, la tía de mi marido y su nieto el cumpleaños de Javier. Todo fue estupendamente, pero resulta que mi nieto, al que tenía en brazos, me "arreó" tal chupetazo (no confundir con chupinazo), justo en el rabillo del ojo izquierdo, que vi las estrellas sin utilizar telescopio jajajaja; al principio no se veía nada raro, solo sentía el dolorcillo, pero esta mañana, al ir a contemplar en el espejo si continuaba tan "bella" como siempre, he podido descubrir que tenía un moratón en el ojo, que parecía mi cara una careta de zombi... ¡Jesús mi nietecillo..., y eso que me dice "abela te quero mucho...!
Un beso, hermosones.
Un beso, hermosones.
Chicaaaaaaaaa, lo tienes fácillllllll, ahora te pintas el otro del mismo color y nó se nota, jejeje.
(la cuara vá bién, pero el ojo lo pierde, jejejeje ¿te lo sabías?)
(la cuara vá bién, pero el ojo lo pierde, jejejeje ¿te lo sabías?)
No lo sabía pero más o menos puedo hacerme una idea.
¡Ah!, lo que casi perdí ayer por la mañana, fue la mano derecha, cuando fui a calentar leche en el microondas para prepararme mi café con leche de media mañana. Resulta que me excedí en el tiempo de "calentamiento" y justo cuando fui a sacar el vaso de leche que estaba hirviendo, oí y noté en mis carnes morenas tal explosión que casi me da otro infarto, con el resultado de los cristales de el vaso roto por el suelo, la leche por las paredes y por el techo de la cocina, mi mano derecha escociéndome de los lindo, y yo con los ojos más abiertos que platos y la boca más grande que un buzón de correos.
El caso es que, como siempre nos acordamos de Santa Rita cuando truena, recordé uno de los consejos que se daban en un PPS de los que hace tiempo recibí, que consistía en ponerte clara de huevo en las quemaduras, así que sin pérdida de tiempo batí una clara y me puse una gasa impregnada en la palma de la mano y entre el dedo índice y pulgar que es donde me escocía, y chicos, yo no sé si fue por mi fe puesta en la clara, o porque en realidad funciona el remedio, el caso es que a las tres o cuatro horas se me había ido el dolor y no queda ya ni rastro de las rojeces que tenía ayer, que en principio pensé, pasarían a convertirse en ampollas.
Bueno, pues nada, ya os he explicado otra de mis aventurillas... ¡Y hasta otra!
¡Ah!, lo que casi perdí ayer por la mañana, fue la mano derecha, cuando fui a calentar leche en el microondas para prepararme mi café con leche de media mañana. Resulta que me excedí en el tiempo de "calentamiento" y justo cuando fui a sacar el vaso de leche que estaba hirviendo, oí y noté en mis carnes morenas tal explosión que casi me da otro infarto, con el resultado de los cristales de el vaso roto por el suelo, la leche por las paredes y por el techo de la cocina, mi mano derecha escociéndome de los lindo, y yo con los ojos más abiertos que platos y la boca más grande que un buzón de correos.
El caso es que, como siempre nos acordamos de Santa Rita cuando truena, recordé uno de los consejos que se daban en un PPS de los que hace tiempo recibí, que consistía en ponerte clara de huevo en las quemaduras, así que sin pérdida de tiempo batí una clara y me puse una gasa impregnada en la palma de la mano y entre el dedo índice y pulgar que es donde me escocía, y chicos, yo no sé si fue por mi fe puesta en la clara, o porque en realidad funciona el remedio, el caso es que a las tres o cuatro horas se me había ido el dolor y no queda ya ni rastro de las rojeces que tenía ayer, que en principio pensé, pasarían a convertirse en ampollas.
Bueno, pues nada, ya os he explicado otra de mis aventurillas... ¡Y hasta otra!
Se dice Santa Bárbara.
Ufffffffff, menos mal que te acordaste de ese remedio, espero no tener que utilzarlo.
besetes. rs
Ufffffffff, menos mal que te acordaste de ese remedio, espero no tener que utilzarlo.
besetes. rs
Bueno Santa Bárbara o Santa Rita. Ya sabemos todos que el orden de los factores no altera el producto... Jajajjajajaaaa