Los circuitos son lo suficientemente complicados para que el perro no pueda terminarlos correctamente sin dirección humana. Durante la competencia, el guía decidirá las estrategias a seguir para dirigir al perro a través del recorrido, combinando velocidad y precisión ya que ambas son igualmente importantes. Existen varias técnicas que ayudan a compensar la posible diferencia de velocidad humana y canina, fuerza ó debilidad entre los perros y sus manejadores (guías). Pero lo que más que nada ha impulsado la popularidad de esta actividad deportiva es que el manejador (guía) y el perro se divierten.