Amanece marzo
Los sentimientos expuestos de la misma manera,
porque no hay otra manera, a pesar de la técnica
o de la práctica o de la intención.
No ha amanecido y el día no existe.
Han desaparecido hoy el calor y lo suave,
la tibieza de los ojos al despertar,
la ternura y las risas, las miradas hacia la estación.
Y las miradas hacia el legendario comportamiento extraño
de un objeto extraño. inmenso, triste,
prolongado, ajeno y casi indiferente.
que no avisó, no pidió auxilio.
No mostró el peligro-dolor, no se aferró a sus barrotes
para examinar nuestra ignorancia.
No ha amanecido y el día no existe.
Ha desaparecido la certeza. y ha desaparecido el candor.
este brusco temblor se irá convirtiendo en otro.
diferente. desolado, quizá.
Temblor mío y otro, que vibrará ante escaleras descendentes.
la visión de nuestros pobres cuerpos diminutos
en un mundo manchado.
Pobres cuerpos viajeros y juntos
buscando el mejor lugar, holgado,
por el que avanzar hacia la vía inmóvil
que nos lleva a todos de la mano.
Pegados unos a otros.
Como niños en un corro interminable.
nuestros pequeños uniformes rosas y azules
movidos por el viento…
Pilar Adón
Los sentimientos expuestos de la misma manera,
porque no hay otra manera, a pesar de la técnica
o de la práctica o de la intención.
No ha amanecido y el día no existe.
Han desaparecido hoy el calor y lo suave,
la tibieza de los ojos al despertar,
la ternura y las risas, las miradas hacia la estación.
Y las miradas hacia el legendario comportamiento extraño
de un objeto extraño. inmenso, triste,
prolongado, ajeno y casi indiferente.
que no avisó, no pidió auxilio.
No mostró el peligro-dolor, no se aferró a sus barrotes
para examinar nuestra ignorancia.
No ha amanecido y el día no existe.
Ha desaparecido la certeza. y ha desaparecido el candor.
este brusco temblor se irá convirtiendo en otro.
diferente. desolado, quizá.
Temblor mío y otro, que vibrará ante escaleras descendentes.
la visión de nuestros pobres cuerpos diminutos
en un mundo manchado.
Pobres cuerpos viajeros y juntos
buscando el mejor lugar, holgado,
por el que avanzar hacia la vía inmóvil
que nos lleva a todos de la mano.
Pegados unos a otros.
Como niños en un corro interminable.
nuestros pequeños uniformes rosas y azules
movidos por el viento…
Pilar Adón