Esta rivalidad derivó en una guerra civil y en un período de incertidumbre que fue aprovechado por los reinos vecinos y así, en 1159, el rey navarro Sancho VI se apoderó de Logroño y de amplias zonas de La Rioja, mientras que el tío del joven Alfonso, el rey leonés Fernando II, se apoderó de la ciudad de Burgos.
En 1160, los partidarios de la Casa de Lara, capitaneados por Nuño Pérez de Lara, fueron derrotados por los miembros de la Casa de Castro, dirigidos por Fernando Rodríguez de Castro el Castellano, en la Batalla de Lobregal, librada en las cercanías de la localidad de Villabrágima, en la provincia de Valladolid.
En 1160, los partidarios de la Casa de Lara, capitaneados por Nuño Pérez de Lara, fueron derrotados por los miembros de la Casa de Castro, dirigidos por Fernando Rodríguez de Castro el Castellano, en la Batalla de Lobregal, librada en las cercanías de la localidad de Villabrágima, en la provincia de Valladolid.