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Se fundió la maldad que había acumulado en el transcurso de muchos años y las lágrimas rodaban rodaban por sus mejillas; y si entonces hubiese entrado alguien en la habitación no se habría avergonzado de sus lágrimas, aquellas lágrimas que destruían todo el odio acumulado. Comprendió entonces que el falso ídolo no lo había consumido todo, que todavía le quedaba algo de amor, y aun de espíritu de sacrificio, y que la vida era lo bastante bella para seguir disfrutándola...
Se fundió la maldad que había acumulado en el transcurso de muchos años y las lágrimas rodaban rodaban por sus mejillas; y si entonces hubiese entrado alguien en la habitación no se habría avergonzado de sus lágrimas, aquellas lágrimas que destruían todo el odio acumulado. Comprendió entonces que el falso ídolo no lo había consumido todo, que todavía le quedaba algo de amor, y aun de espíritu de sacrificio, y que la vida era lo bastante bella para seguir disfrutándola...