La hermandad instala en el paso bujías eléctricas en 1927, mejorando dicho sistema al año siguiente. Es por tanto, la primera en iluminar un conjunto procesional de esta manera en la Semana Santa de Cuenca. En 1930, “El Huerto de San Francisco”, como es conocido por la población en esta época, es restaurado totalmente y de una manera admirable. Este proceso se realiza gracias a una suscripción popular.