1ª Estación: Jesús condenado a muerte.
Acompaña a tu Dios alma mía,
cual vil asesina llevado ante el juez,
y al autor de la vida contempla
por fin, condenado a muerte cruel.
Dulce Redentor,
Para mí era la pena de muerte;
ya lloro mis culpas y os pido perdón.
Madre afligida, de pena hondo mar,
logradnos la gracia de nunca pecar.
Acompaña a tu Dios alma mía,
cual vil asesina llevado ante el juez,
y al autor de la vida contempla
por fin, condenado a muerte cruel.
Dulce Redentor,
Para mí era la pena de muerte;
ya lloro mis culpas y os pido perdón.
Madre afligida, de pena hondo mar,
logradnos la gracia de nunca pecar.