A la mejilla inocente,
con mano de hierro armada,
dan tan recia bofetada
que hace queen sangre reviente
mi Dios, pues el alma siente
ser causa de tal rigor.
con mano de hierro armada,
dan tan recia bofetada
que hace queen sangre reviente
mi Dios, pues el alma siente
ser causa de tal rigor.