Si bien tiene semejanzas con el cristianismo no es una extensión ni una escisión de él. Presenta una nueva perspectiva de los dogmas de la Trinidad y la divinidad de Jesús de Nazaret, y describe una personalidad de mente universal coordinada con la divinidad de Jesús: el Espíritu Creativo del Universo Local —al cual se le puede equiparar a una madre en términos espirituales—; pero niega dogmas cristianos como la doctrina del pecado original, la expiación, el infierno, el purgatorio y la resurrección de la carne, aunque ofrece explicaciones para estas posturas teológicas.