Los siete superuniversos fueron creados, cada uno, a imagen de una de las posibles combinaciones de las tres personas de la Deidad: Padre, Hijo, Espíritu, Padre-Hijo, Padre-Espíritu, Hijo-Espíritu y Padre-Hijo-Espíritu y en cada uno se desarrolla primordialmente uno de los siete propósitos de la deidad. Más allá de los siete superuniversos existen los niveles del espacio exterior donde se está acumulando y organizando materia pero donde aún no hay vida. Cada nivel es notoriamente mayor que el anterior en extensión y potencialidad de materia contenida.