El 9 de marzo le respondía el gobierno aceptando pagarle el importe de lienzos, aparejos y colores. Como resultado, en el año 1814, seis años después de los hechos, pintó este lienzo, y Los fusilamientos del 3 de mayo en la montaña del Príncipe Pío, que plasma los acontecimientos del día siguiente al representado en este cuadro.