La primera parte está narrada en dos tiempos, la década de los 40 del s. XX y principios del s. XXI, al principio la lectura puede resultar un poco densa, pero a medida que avanza el lector comprende que era necesario ese extenso planteamiento inicial para entender el desarrollo de la historia. A los pocos capítulos la lectura se vuelve rápida, los personajes están muy bien definidos cada uno en su papel, especialmente el protagonista Bruno Almeida que resulta tierno y cercano, aunque todos esconden sus secretos, la trama es dinámica y el autor nos lleva a visitar muchos lugares dentro y fuera de España. Y por supuesto dado el tema central del argumento se habla de obras de arte, confieso que yo no entiendo nada de esta materia, pero el libro no se extiende en explicaciones interminables que resulten demasiado extensas o técnicas, da los datos justos y necesarios para la compresión de la historia y de los personajes.