Los orígenes de la otorrinolaringología se remontan al siglo XI, será hacia la segunda mitad de ese siglo cuando se empiece a hablar de las lesiones dentro de nuestras cavidades, dando paso a la invención del oftalmoscopio y el laringoscopio, claro que antes de ese siglo, ya se tenían descubrimientos en el campo de la anatomía y de la clínica importantes, realizados por médicos no necesariamente especialistas sino estudiosos de múltiples áreas o hasta maestros de canto, teniendo como ejemplos los siguientes: