El día 9, al final de la Misa, los Quintos del 49 raudos y veloces, por la hora que era, nos acomodamos en los diferentes coches y tomamos carretera y manta para ir a comer al restaurante que nos sirvió la comida de los quintos el día 17 de agosto pasado. No hay que ser muy listos para saber o imaginar que lo pasamos estupendamente entre recuerdos, anécdotas, chistes y chascarrillos varios, que de todo hubo; acabamos la tarde en casa de Joaquín y Ricarda que nos invitaron a tomar "algo" en su casa, así que tomamos los coches de nuevo rumbo a Villar de Cañas. Luego por la noche baile, tónica y agua para aminorar el peso de la comida en el estómago, y ponernos en manos de Morfeo pasadas las 3 de la madrugada para despertar con buen ánimo y ir a la Plaza a las diez para desayunar chocolate con churros. Algunas, como mis hermanas y yo, decidimos pasar el chocolate y los churros de lado... ¡Se estaba tan bien en la cama.....!
Bueno guapos, un beso, y ahora continuamos con más.
Bueno guapos, un beso, y ahora continuamos con más.