La leyenda.
Antiguamente vivía en Nan Chan Kaan, hoy Palenque, un príncipe llamado ChakTzitzib (del maya chak ts’its’ib, 1 pájaro cardenal). Su padre había decidido casarlo con una princesa de tierras lejanas, pero él estaba enamorado de la bella Nicté-Ha, la hija del guardián del Cenote Sagrado. Nadie sabía que los jóvenes se amaban y que cada noche se reunían en el cenote. Nicté-Ha vestía su huipil blanco; y ChakTzitzib, su túnica roja. Y él le cantaba canciones a su amada.
Antiguamente vivía en Nan Chan Kaan, hoy Palenque, un príncipe llamado ChakTzitzib (del maya chak ts’its’ib, 1 pájaro cardenal). Su padre había decidido casarlo con una princesa de tierras lejanas, pero él estaba enamorado de la bella Nicté-Ha, la hija del guardián del Cenote Sagrado. Nadie sabía que los jóvenes se amaban y que cada noche se reunían en el cenote. Nicté-Ha vestía su huipil blanco; y ChakTzitzib, su túnica roja. Y él le cantaba canciones a su amada.