ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: ......

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Y dijo entornando los ojos: ¡Qué alegría! ¡Volver a los lugares conocidos, natales, de años infantiles, donde cada poste, cada pozo, cada zanja, cada puerta, estaban clavados en su recuerdo como en un libro, y todo se conservaba inmutable, y casi todo se recordaba y de todos aquellos recuerdos se podía hablar! Para otras personas serían invisibles las huellas de sus infantiles pies, pero ahora ella las sentía bajo las suelas de sus sandalias; tiernamente las hundió en la tierra e imprimió en ella el sello actual de otras nuevas...
El pozo aún continuaba allí.