También tendré que explicarles a mis nietos que, cuando yo era pequeña, a los chicos de entonces, cuando aún no caminábamos, nos metían en "el carro" para dejar a nuestras madres que pudiesen hacer las tareas de la casa. El carro era de madera, y no todas las familias disponían de uno, así que iba pasando de un chico a otro, y de una vecinilla a otra; a falta de carro, lo normal era sentar a los chicos encima de una manta vieja extendida en el suelo. Entonces no existían esos artilugios y cacharreles que existen ahora, y que a las abuelas "de pueblo" nos hacen ir de cabeza...