Una de las cosas buenas que tenemos ahora en Alconchel es que se tiene la ocasión de poder comprar pescado fresco o congelado, por lo menos un día a la semana. Hasta hace sólo 50 años, el pescado fresco y más el congelado, era imposible comprarlo en el pueblo; lo único que se podía comprar eran las "bacalás" saladas que podíamos ver apiladas o colgadas encima del mostrador de las tiendas de José (Nebote) y de Francisco (Panchute); era en Semana Santa cuando éstos doblaban su venta y los alconcheleros su consumo.
También se podía comer sardinas saladas, sardinetas en aceite, atún, caballa, y poca cosa más, que yo recuerde.
Este comentario me ha hecho recordar algo que....- ¡cosas de chicos de catorce o quince!- le dijo un chico a mi madre cuando esta iba por las cuatro esquinas con una lata de sardinetas "de a quilo". ¡Otro día os lo cuento!
También se podía comer sardinas saladas, sardinetas en aceite, atún, caballa, y poca cosa más, que yo recuerde.
Este comentario me ha hecho recordar algo que....- ¡cosas de chicos de catorce o quince!- le dijo un chico a mi madre cuando esta iba por las cuatro esquinas con una lata de sardinetas "de a quilo". ¡Otro día os lo cuento!