Playa de Las Catedrales
Las Catedrales
La playa de Las Catedrales (en gallego: As Catedrais) es el nombre turístico de la Playa de Aguas Santas (en gallego: Praia de Augas Santas), situada en el municipio gallego de Ribadeo. Es interesante ver la playa con la marea alta recorriendo la parte superior de los acantilados en dirección oeste-este hacia la playa de Esteiro y verla con marea baja sobre la arena de la playa para poder apreciar la magnitud de los acantilados y la evolución de las distintas furnas o cuevas marinas en su formación desde pequeñas grietas hasta cuevas en las que acaba colapsando el techo por la acción erosiva del oleaje y el agua del mar. Durante la marea baja puede accederse a un largo arenal delimitado por una pared rocosa de pizarra y esquisto erosionada en formas caprichosas: arcos de más de treinta metros de altura que recuerdan a arbotantes de una catedral, grutas de decenas de metros, pasillos de arena entre bloques de roca y otras curiosidades. Con las "mareas vivas" en las que las mareas bajan más y suben más que las mareas normales incluso se puede acceder a las playas vecinas por la arena, aunque eso sí se debe tener precaución y volver antes de que comience a subir la marea ya que el nivel del mar sube rápidamente puesto que se trata de un tramo de costa prácticamente horizontal perteneciente a la Rasa Cantábrica. La playa tiene este relieve debido al efecto de la erosión del viento y del agua salada.
Se puede acceder a ella mediente la carretera N-634 y por ferrocarril, a través del apeadero de Esteiro.
Las Catedrales
La playa de Las Catedrales (en gallego: As Catedrais) es el nombre turístico de la Playa de Aguas Santas (en gallego: Praia de Augas Santas), situada en el municipio gallego de Ribadeo. Es interesante ver la playa con la marea alta recorriendo la parte superior de los acantilados en dirección oeste-este hacia la playa de Esteiro y verla con marea baja sobre la arena de la playa para poder apreciar la magnitud de los acantilados y la evolución de las distintas furnas o cuevas marinas en su formación desde pequeñas grietas hasta cuevas en las que acaba colapsando el techo por la acción erosiva del oleaje y el agua del mar. Durante la marea baja puede accederse a un largo arenal delimitado por una pared rocosa de pizarra y esquisto erosionada en formas caprichosas: arcos de más de treinta metros de altura que recuerdan a arbotantes de una catedral, grutas de decenas de metros, pasillos de arena entre bloques de roca y otras curiosidades. Con las "mareas vivas" en las que las mareas bajan más y suben más que las mareas normales incluso se puede acceder a las playas vecinas por la arena, aunque eso sí se debe tener precaución y volver antes de que comience a subir la marea ya que el nivel del mar sube rápidamente puesto que se trata de un tramo de costa prácticamente horizontal perteneciente a la Rasa Cantábrica. La playa tiene este relieve debido al efecto de la erosión del viento y del agua salada.
Se puede acceder a ella mediente la carretera N-634 y por ferrocarril, a través del apeadero de Esteiro.