Buenos días alconcheleros y amigos foreros.
Para todos aquellos que como Paquita, Jaime, Sotero, Ascensión, y algunos cuantos más, cuyos nombres ahora no recuerdo, no pisan o pisaban el suelo alconchelero hasta hace escasamente un año, esta vista de la foto les será completamente desconocida, dado que hace años, esta parada del autobús no existía en Alconchel. En aquellos años de mi infancia, el único autobús que llegaba al pueblo era el que llamábamos La Catalana, o "El Correo" y venía de Cuenca, por lo que la parada la tenía justo donde comienza el Camino del Boleo y no estaba señalizada, aunque para nosotros, los chicos y chicas de entonces, "ni falta que hacía"; nos sabíamos la parada "al dedillo".
La casa de Alfredo y Carmen, conocida actualmente como La Ponderosa, tiene poco parecido con la era que antes existía bajo sus cimientos; me estoy refiriendo a la que todos conocíamos como "la era de Evelio", que no sólo servía de era, sino también de improvisado "velódromo" donde circulaban, dando vueltas y vueltas, las pocas bicicletas infantiles que existían "por aquellos entonces" en las tardes veraniegas, mientras llegaba, a eso de las siete treinta u ocho de la tarde La Catalana, que llegaba "echando leches" por el Kilómetro Gordo.
Los árboles que se ven sin hojas, como los pinos que se ven llenos de hojas perennes, tampoco existían hace 50 años. En el lugar que crecen los pinos, que es "El jardincillo de la Petanca", lo único que se veía entonces eran "los basuleros" y la tierra cubierta de ortigas y perejil loco de más de medio metro de altura. ¡Menudos ratos de juegos habíamos pasado mis amigas y yo jugando a la correa, a los tesoros, al escondite...! Vamos, que lo teníamos todo bien aprovechado... No necesitábamos que nos pusieran columpios: ya nos organizábamos nosotras para formar uno con un palo colocado encima de un montículo de basura... Tampoco necesitábamos correas de piel para esconder, ¡nos sobraba con un ataero!, y referente a los tesoros... cualquier cosa nos servía... Jajajajajaja ¡Qué felicidad, la nuestra!
Bueno guapos, un beso y hasta otra.
Para todos aquellos que como Paquita, Jaime, Sotero, Ascensión, y algunos cuantos más, cuyos nombres ahora no recuerdo, no pisan o pisaban el suelo alconchelero hasta hace escasamente un año, esta vista de la foto les será completamente desconocida, dado que hace años, esta parada del autobús no existía en Alconchel. En aquellos años de mi infancia, el único autobús que llegaba al pueblo era el que llamábamos La Catalana, o "El Correo" y venía de Cuenca, por lo que la parada la tenía justo donde comienza el Camino del Boleo y no estaba señalizada, aunque para nosotros, los chicos y chicas de entonces, "ni falta que hacía"; nos sabíamos la parada "al dedillo".
La casa de Alfredo y Carmen, conocida actualmente como La Ponderosa, tiene poco parecido con la era que antes existía bajo sus cimientos; me estoy refiriendo a la que todos conocíamos como "la era de Evelio", que no sólo servía de era, sino también de improvisado "velódromo" donde circulaban, dando vueltas y vueltas, las pocas bicicletas infantiles que existían "por aquellos entonces" en las tardes veraniegas, mientras llegaba, a eso de las siete treinta u ocho de la tarde La Catalana, que llegaba "echando leches" por el Kilómetro Gordo.
Los árboles que se ven sin hojas, como los pinos que se ven llenos de hojas perennes, tampoco existían hace 50 años. En el lugar que crecen los pinos, que es "El jardincillo de la Petanca", lo único que se veía entonces eran "los basuleros" y la tierra cubierta de ortigas y perejil loco de más de medio metro de altura. ¡Menudos ratos de juegos habíamos pasado mis amigas y yo jugando a la correa, a los tesoros, al escondite...! Vamos, que lo teníamos todo bien aprovechado... No necesitábamos que nos pusieran columpios: ya nos organizábamos nosotras para formar uno con un palo colocado encima de un montículo de basura... Tampoco necesitábamos correas de piel para esconder, ¡nos sobraba con un ataero!, y referente a los tesoros... cualquier cosa nos servía... Jajajajajaja ¡Qué felicidad, la nuestra!
Bueno guapos, un beso y hasta otra.