Hacía ya algunos días que no visitaba ninguna página de lo mucho que escribieron los Maestros Rusos, así que esta tarde ha llegado la hora de transcribir algo de SASHKA YEGULEV de L. N. Andreiev.
... Cada vez de hora en hora, advertíase más claramente aquel cambio adverso; pero cual si viviese en tinieblas, nada de aquello veía ni comprendía Yegulev.
Como el mar de las rías, íbase la gente, dejando en la arena leves jirones y migajas de su vida, y ya formárase en derredor un tácito vacío, pero él seguía viviendo a ciegas en el fragor y el trajín de la resaca. Sometido hasta el fondo, después de haber dado cuanto es imposible dar, apurado hasta la última gota cual cáliz de preciosísimo vino, relucía diáfano en medio de la revuelta mesa del festín y aún aguardaba los sedientos labios, cuando ya invitados y no invitados se desparramaban para dirigirse a nuevos convites y venenos amargos y placenteros.
Con la crueldad de quien es inmortal y no hace cuenta de las pequeñas vidas de que se nutre, con la divina justicia de lo impersonal, dábale de lado el pueblo y pugnaba por nuevos destinos, y reclamaba nuevas víctimas, y encendía nuevos fuegos sobre invisibles aras...
... Cada vez de hora en hora, advertíase más claramente aquel cambio adverso; pero cual si viviese en tinieblas, nada de aquello veía ni comprendía Yegulev.
Como el mar de las rías, íbase la gente, dejando en la arena leves jirones y migajas de su vida, y ya formárase en derredor un tácito vacío, pero él seguía viviendo a ciegas en el fragor y el trajín de la resaca. Sometido hasta el fondo, después de haber dado cuanto es imposible dar, apurado hasta la última gota cual cáliz de preciosísimo vino, relucía diáfano en medio de la revuelta mesa del festín y aún aguardaba los sedientos labios, cuando ya invitados y no invitados se desparramaban para dirigirse a nuevos convites y venenos amargos y placenteros.
Con la crueldad de quien es inmortal y no hace cuenta de las pequeñas vidas de que se nutre, con la divina justicia de lo impersonal, dábale de lado el pueblo y pugnaba por nuevos destinos, y reclamaba nuevas víctimas, y encendía nuevos fuegos sobre invisibles aras...