ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: Muchachos, no se puede con los nietos. Y es que son...

Muchachos, no se puede con los nietos. Y es que son como los rabos de las lagartijas, que no paran quietos ni un momento...
Para los abuelos que no llegan a los...45, por ejemplo, la cosa es más fácil, pero, para los que pasamos de los 65... ¡Madre mía, qué batalla! ¡Hermosa, pero batalla, al fin y al cabo!
Si al nieto se le ocurre en cualquier momento de coger su caballo blanco y salir de camino en busca de "la princesa que está dormida en sus cama" (la abuela es la princesa, claro) pues allí tienes a la abuela encima de la cama, estirada todo lo larga que es, y quieta como una estatua, que más que dormida, parece estar muerta, esperando que el príncipe llegue subido en su corcel, le de un beso en los labios, desperezarse y ponerse la mar de contenta porque el caballero la ha hecho salir del sueño de la muerte... Como es natural, la representación del "cuento" termina con final feliz y escapándose por la nariz de la abuela (el nieto no quiere cuentos que se escapen por la suya, así que... ¡a aguantar abuela ¡) Y así, un día tras otro...