El desnudo no era ofensivo. Por el contrario, había varios trabajos que requerían que la gente no llevara ropa. Era el caso de los pescadores y de otros trabajadores manuales. A las clases altas, sin embargo, les gustaba lucir ropa a la última moda. Esta cambiaba mucho, pero siempre incluía joyas. Incluso los pobres las llevaban, aunque no de oro ni piedras preciosas. No se trataba solamente de un elemento decorativo, sino que normalmente eran también un amuleto.