Aunque su uso no se generalizó hasta la Dinastía XII, se trata de uno de los amuletos más antiguos del mundo, puesto que el escarabajo comenzó a ser considerado una divinidad hace más de 4.500 años. Como los materiales variaban tanto, los escarabajos estaban al alcance de pobres y ricos por igual, y solían ofrecerse como regalos, tal como se aprecia en algunos ejemplos encontrados: “Con el favor de Ptah, el príncipe Shashang le desea a su madre, Ka-ra-ma-ma, un feliz año nuevo” aparece inscrito en uno de ellos. En otro se lee: “Quisiera Amón iniciar el año con felicidad”.