¿tienes un negocio?

ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: ......

Jolines, jolines... Otra cosa que no nos enseñaron en la escuela, y que después hemos ido aprendiendo poco a poco, es que muchas mujeres llegada una edad, comenzamos a sumar quilos y no hay quien nos pare. ¡Hasta tres tallas distintas he llegado a tener en el armario! Claro que, mirándolo bien, aun no he sobrepasado nunca la 46... ¡Lo cual, para mi, que desayuno, como, meriendo y ceno, es todo un lujazo. Cuando llega la primavera es cuando los quilos comienzan a pesar menos, pero en llegando el otoño, "otra vez de vuelta la borrica al trigo" y es que en llegando el tiempo de los turrones y los Villancicos.., ¡mecachis en la mar!, una no sabe de dónde sacar fuerzas para detener esos jugos gástricos que te hacen babear solo de ver un mazapán...

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No creáis, ni por un momento, que soy la única en mi lucha contra el aumento de peso en invierno. ¡Noooo...!

Según he oído decir, millones de personas hacen propósito de enmienda, y juran y perjuran que cumplirán aquello de "Año nuevo, vida nueva". Yo, podría deciros que, hace ya unos años (bueno, desde que cumplí los 60), pertenezco a este grupo de personas, y supongo que no os sorprenderéis, pues los festines deliciosos de la temporada navideña son demasiado tentadores como para dejarlos pasar aunque luego se tenga que sufrir un poquito en quemar las calorías que nos hemos metido entre pecho y espalda en forma de chucherías varias...

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No hace falta que os diga que en invierno los días son más cortos y más fríos que en el resto del año, lo cual quiere decir que hay menos luz del día para hacer ejercicio al aire libre y más oportunidades para quedarse acurrucado bajo techo, cerca de la nevera, o bien en cualquier "granja", como se dice por aquí, tomando con alguna amiga un suizo calentito.
¡Ehhh, ehhhh, ehhhh!. No seáis mal pensados que a algunos os "conozgo"; no se trata de un suizo procedente de Suiza, sino que estoy hablando de esa taza colmada de chocolate caliente y nata, y unos "melindros" para mojar. Ayyyyyyyyyy, madre de mi alma, que dientes se me están poniendo de largossssss, y que baba que se me caeeeee...

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"No es inevitable engordar durante el invierno". Dicen que esto es lo que opinó Ronette Kolotkin, psicóloga clínica en el Centro de Dieta y Salud de la Universidad Duke, en Carolina del Norte. ¡Vaya!, si lo dicen los psicólogos, será por algo, ¿no?
Cuentan también que hay personas que tras mucho engordar y adelgazar descubren que sufren un tipo de depresión invernal conocida como "desorden afectivo estacional" o DAE. (¡Tooooma ya...!, y se calcula que afecta de 10 a 11 millones de adultos norteamericanos, y otros 25 millones sufren casos menos severos...

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Es posible que vosotros, foreros maravillosos, no os sintáis deprimidos durante los meses de invierno, pero si engordáis varios kilos, tal vez sufráis algún tipo de DAE. Como parece evidente que el inicio de los síntomas se relaciona con la falta de luz solar, dicen que existen tratamientos consistentes en exposición diaria a la luz artificial de alta densidad para su tratamiento.
Yo creo que, si padecemos estas molestias que os he dicho, no es necesario que todos nos sometamos a una terapia de luz si seguimos estas pautas:

. Se puede obtener más luz solar dentro de la casa manteniendo las cortinas y las persianas abiertas.
. Sentándonos junto a la ventana del salón de casa, del trabajo, del transporte público, o mientras comemos.
. Cogiendo parte de las vacaciones durante el invierno en vez del verano en un sitio soleado...