Entre los escritores rusos que me propuse leer, que comencé y no sé cuándo acabaré, se encuentra Alexandr Grin. Nació este escritor el año 1880 y murió en 1932, destacando por su originalidad en las narraciones breves, siendo singular también su biografía y su suerte literaria. Vivió en diferentes lugares antes de instalarse definitivamente en Stari Krim (Crimea), donde se entregó de lleno a su trabajo literario y se hizo construir una casita, en la que moriría de cáncer de estómago y pulmones. Grin tuvo una muerte tan dura como su vida, y presintiendo el principio de su fin, hizo que le pusiesen la cama al lado de la ventana desde donde escribió: "Más allá de la ventana azuleaban las montañas de Crimea, y el cielo brillaba como reflejo del querido mar que se perdía para siempre"...
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De las pocas memorias interesantes de Grin, su más importante relato nos lo da Pautovski. Éste, al hacer un resumen de la obra literaria de Grin, escribía: "Los cuentos no sólo les son necesarios a los niños, sino también a las personas mayores. Producen la inquietud, fuente de las altas pasiones humanas. No nos dejan aquietarnos, y nos enseñan las nuevas y brillantes lejanías de otra vida. En esto radica su valor, un valor no expresado, a veces, con palabras, pero de un claro y poderoso atractivo en los cuentos de Grin"
De las pocas memorias interesantes de Grin, su más importante relato nos lo da Pautovski. Éste, al hacer un resumen de la obra literaria de Grin, escribía: "Los cuentos no sólo les son necesarios a los niños, sino también a las personas mayores. Producen la inquietud, fuente de las altas pasiones humanas. No nos dejan aquietarnos, y nos enseñan las nuevas y brillantes lejanías de otra vida. En esto radica su valor, un valor no expresado, a veces, con palabras, pero de un claro y poderoso atractivo en los cuentos de Grin"