El primer esposo de Julia fue su primo Marcelo, con quien su padre la casó cuando contaba tan solo catorce años. Augusto tenía intención de convertirlo en su sucesor, pero Marcelo moría dos años después, tal vez envenenado. Julia quedaba viuda, aunque no por mucho tiempo: volvieron a casarla, esta vez con Agripa, su hombre de confianza y 24 años mayor que ella. Ese matrimonio le fue aconsejado a Augusto por Mecenas, quien le dijo: “Has engrandecido tanto a Agripa que solo puede convertirse en tu yerno o ser asesinado”.