Así escribía, entre otras muchas cosas, el escritor Ruso F. A. Stepun en ASÍ FUE.
... Perdida la mirada en las lejanías nevadas, blancas y destellantes, escuchaban con gusto los recuerdos de Zaitzev, narrados con gran viveza. Me hablaba de sus épocas anteriores, remotas, en que, juntamente con los "buenos señores", había ido de caza por estos contornos. No sé cómo, surgió en mí el cariñoso recuerdo de mi padre. Siempre me había parecido un tanto misterioso cuando, en Kondrovno, marchaba de caza siguiendo el rastro de algún lobo peligroso, acompañado de su fiel chucho "Cerdito". Solía despedirse de mi preocupada madre, vistiendo ya el sayo blanco encima de chaquetón de piel y calzando las altas botas blancas de piel de cabra. Su despedida tenía efecto siempre con toda precisión en el vestíbulo, debajo de la esfera del gran reloj de cuco.....
... Perdida la mirada en las lejanías nevadas, blancas y destellantes, escuchaban con gusto los recuerdos de Zaitzev, narrados con gran viveza. Me hablaba de sus épocas anteriores, remotas, en que, juntamente con los "buenos señores", había ido de caza por estos contornos. No sé cómo, surgió en mí el cariñoso recuerdo de mi padre. Siempre me había parecido un tanto misterioso cuando, en Kondrovno, marchaba de caza siguiendo el rastro de algún lobo peligroso, acompañado de su fiel chucho "Cerdito". Solía despedirse de mi preocupada madre, vistiendo ya el sayo blanco encima de chaquetón de piel y calzando las altas botas blancas de piel de cabra. Su despedida tenía efecto siempre con toda precisión en el vestíbulo, debajo de la esfera del gran reloj de cuco.....