Cumplidos los 60, el caballero volvió a casarse, y esta vez eligió a una jovencita de tan solo 18 y que pasaba por ser una de las mayores bellezas de su tiempo: Marie d’Avaugour de Bretagne, hija del conde de Vertus. Para ello la sacó del convento en el que deseaba profesar como religiosa. Monsieur de Montbazon, en absoluto desalentado por la diferencia de edad, fue capaz de engendrar tres hijos durante su segundo matrimonio, convirtiéndose en padre por última vez a los 76.