Dicen que el propio rey se sintió pronto seducido por los encantos de Marie. Sin embargo, como afirma Tallemant des Reaux, “nunca tuvo la intención de convertir en cornudo al condestable de Luynes”. Virtuoso, tímido y poco emprendedor, Luis no era lo suficientemente osado. Aun en el supuesto de que fuera cierto que alguna vez se sintió atraído, la dama no era de su agrado por la gran influencia que ejercía sobre la reina.