3 meses GRATIS
Este chiste me lo ha enviado una alconchelera de arriba a abajo. Como me ha hecho sonreír quiero compartirlo con vosotros esperando que os guste.
UN CONQUENSE EN MADRID.
Entra un conquense a un restaurante de Madrid y toma asiento en una mesa. Echa un vistazo a su alrededor y descubre a una rubia despampanante en una mesa cercana. Llama al camarero y le dice: llévele a esa hermosa rubiaca la botella de Moët Chandon más caro que tenga, si la mujer la acepta seguro que cae rendida a mis pies.
El camarero lleva la botella a la rubia y le dice:
-Esto es de parte del joven de aquella mesa- señalando hacia él.
La mujer mira la botella durante unos segundos y escribe una nota para él. El camarero se la entrega. La nota dice: "Sin duda usted mucha clase, de esa que sólo tienen los hombres de Cuenca, pero para que yo acepte esta botella, también tiene que tener un Mercedes en su garaje, un millón de euros en el Banco y 20 cm. dentro de sus pantalones."
Después de leer la nota, decide contestar con otra nota que entrega al camarero. La nota dice:
-"Efectivamente soy de Cuenca y para poder cumplir sus condiciones, podría vender mi Ferrari Modena 360 y mi BMV
850 y quedarme solo con el Mercedes 600 SEL en mi garaje; también podría donar doce de los trece millones de Euros que tengo en mi cuenta, para así quedarme sólo con uno; pero... ni por una mujer tan hermosa como Ud. me cortaría cinco centímetros.
P. D. ¡Devuélvame la botella!
UN CONQUENSE EN MADRID.
Entra un conquense a un restaurante de Madrid y toma asiento en una mesa. Echa un vistazo a su alrededor y descubre a una rubia despampanante en una mesa cercana. Llama al camarero y le dice: llévele a esa hermosa rubiaca la botella de Moët Chandon más caro que tenga, si la mujer la acepta seguro que cae rendida a mis pies.
El camarero lleva la botella a la rubia y le dice:
-Esto es de parte del joven de aquella mesa- señalando hacia él.
La mujer mira la botella durante unos segundos y escribe una nota para él. El camarero se la entrega. La nota dice: "Sin duda usted mucha clase, de esa que sólo tienen los hombres de Cuenca, pero para que yo acepte esta botella, también tiene que tener un Mercedes en su garaje, un millón de euros en el Banco y 20 cm. dentro de sus pantalones."
Después de leer la nota, decide contestar con otra nota que entrega al camarero. La nota dice:
-"Efectivamente soy de Cuenca y para poder cumplir sus condiciones, podría vender mi Ferrari Modena 360 y mi BMV
850 y quedarme solo con el Mercedes 600 SEL en mi garaje; también podría donar doce de los trece millones de Euros que tengo en mi cuenta, para así quedarme sólo con uno; pero... ni por una mujer tan hermosa como Ud. me cortaría cinco centímetros.
P. D. ¡Devuélvame la botella!