"Una molestia que va más allá del ardor.
Las comilonas pasan factura, y no solo en forma de ardor, que se produce cuando los ácidos que produce el estómago para digerir los alimentos suben por el esófago: "Los excesos también provocan digestiones lentas, dolor de estómago, regurgitación...", refiere el doctor Argüelles. Y hablando de excesos, cuidado también con turrones, polvorones y otras delicias dulces: "Tomar muchos azúcares provoca que la digestión sea pesada", nos advierte.
En líneas generales, debemos huir de grasas y picantes. Pero también debemos tener en cuenta que hay alimentos que nos predisponen al ardor: por ejemplo, fritos, tomate, ajo, cebolla, mariscos, vinagre, café o chocolate; también son preferibles las carnes blancas a las rojas. Y debemos tener cuidado con la temperatura de lo que ingerimos: si está muy frío o muy caliente, puede irritar la mucosa gástrica.
La moderación también debe ser nuestra aliada al servir las bebidas alcohólicas, al igual que se debe limitar el consumo de aquellas con gas. Y más allá de los hábitos higiénico-dietéticos, "nada de tabaco" y "no acostarse justo después de comer": "Debemos esperar a que termine la digestión -un par de horas-, al igual que para hacer ejercicio". En su lugar, pasear es una buena idea...
Las comilonas pasan factura, y no solo en forma de ardor, que se produce cuando los ácidos que produce el estómago para digerir los alimentos suben por el esófago: "Los excesos también provocan digestiones lentas, dolor de estómago, regurgitación...", refiere el doctor Argüelles. Y hablando de excesos, cuidado también con turrones, polvorones y otras delicias dulces: "Tomar muchos azúcares provoca que la digestión sea pesada", nos advierte.
En líneas generales, debemos huir de grasas y picantes. Pero también debemos tener en cuenta que hay alimentos que nos predisponen al ardor: por ejemplo, fritos, tomate, ajo, cebolla, mariscos, vinagre, café o chocolate; también son preferibles las carnes blancas a las rojas. Y debemos tener cuidado con la temperatura de lo que ingerimos: si está muy frío o muy caliente, puede irritar la mucosa gástrica.
La moderación también debe ser nuestra aliada al servir las bebidas alcohólicas, al igual que se debe limitar el consumo de aquellas con gas. Y más allá de los hábitos higiénico-dietéticos, "nada de tabaco" y "no acostarse justo después de comer": "Debemos esperar a que termine la digestión -un par de horas-, al igual que para hacer ejercicio". En su lugar, pasear es una buena idea...