El rey Nino quedó tan admirado con el coraje de esta mujer que decidió convertirla en su esposa. Para ello ofreció a Menones a su propia hija a cambio de Semíramis. Pero el marido no deseaba renunciar a quien le resultaba tan preciada, y el monarca empleó entonces un procedimiento mucho más duro: amenazó con sacar los ojos a su consejero si no le cedía a su mujer. Menones, desesperado, se ahorcó, y de ese modo Nino pudo casarse con la viuda.