Un día, cuando tenía 16 años, se arrojó a las aguas del Volga. Al salir a la superficie, su cabeza golpeó contra una balsa cargada de madera causándole un traumatismo. Es a partir de ese momento cuando se vuelve más inestable: se sobresalta por cualquier movimiento un poco brusco y sufre violentos tics en el rostro. En el colegio se ríen de él a causa de eso.