La vivienda contaba con una sala para los hombres que era la pieza principal del palacio. Había, además, habitaciones para las mujeres, la conyugal o tálamo, el arsenal y la tesorería. El hogar sobre el que cocinaban se encontraba cerca de la pared trasera. El suelo era de piedra, tal vez policromado, y los muros se recubrían de grandes trozos de metal pulido.