ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: A la mañana siguiente, al despuntar el día, las gallinas...
A la mañana siguiente, al despuntar el día, las gallinas se despertaron al oír a Quiquiriquí cacareando a voz en grito: — ¿Cuántos huevos habéis puesto esta mañana? Nadie desayunará hasta no haber puesto por lo menos un huevo.