Todas se pusieron en marcha, excepto Beatriz, que se quedó comiendo maíz de un gran saco.
Cuando Quiquiriquí entró más tarde en los nidales, no había un solo huevo. ¡Las gallinas estaban tan asustadas que no podían poner huevos!
Cuando Quiquiriquí entró más tarde en los nidales, no había un solo huevo. ¡Las gallinas estaban tan asustadas que no podían poner huevos!