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ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: De pronto, uno de los niños agarró al soldadito de...

De pronto, uno de los niños agarró al soldadito de plomo y lo arrojó de cabeza a la chimenea. No tuvo motivo alguno para hacerlo; era, por supuesto, aquel muñeco de resorte el que lo había movido a ello.