ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: — ¿Qué me dices? Un poquito mejor, ¿no te parece?...
— ¿Qué me dices? Un poquito mejor, ¿no te parece?
El gigante no supo qué contestar, y apenas podía creer que hiciera tal cosa aquel hombrecito. Tomando entonces otra piedra, la arrojó tan alto que la vista apenas podía seguirla.