vivieron felices
-Tienes razón -sollozó Magda. Entonces se oyó un ruidito, como de hadas riéndose, y, ¡blip!, las salchichas se desprendieron de la nariz de Federico.
Federico y Magda se abrazaron, rieron y se pusieron a bailar por la cocina. Y las hadas que estaban en la puerta salieron apresuradamente a echar otra carta al correo.
-Tienes razón -sollozó Magda. Entonces se oyó un ruidito, como de hadas riéndose, y, ¡blip!, las salchichas se desprendieron de la nariz de Federico.
Federico y Magda se abrazaron, rieron y se pusieron a bailar por la cocina. Y las hadas que estaban en la puerta salieron apresuradamente a echar otra carta al correo.