Palitroque y la caravana mágica
En la casa del viejo roble, la abuela Sarmiento se levantó una mañana con un terrible resfriado.
- ¡Pali... Pali... tro... Achís! -estornudó.
En la casa del viejo roble, la abuela Sarmiento se levantó una mañana con un terrible resfriado.
- ¡Pali... Pali... tro... Achís! -estornudó.