El espantajo peludo
Hubo una vez un granjero llamado Tomás que compró una tierra a un precio bajísimo.
El espantajo peludo
-Parece demasiado barato -dijo Berta, su esposa-. ¿No crees que puede haber algún truco?
-Claro que no, mujer-respondió Tomás-Se trata de un buen terreno. Y es mío. ¡Todo mío!
- ¡Mío, quieres decir!
Hubo una vez un granjero llamado Tomás que compró una tierra a un precio bajísimo.
El espantajo peludo
-Parece demasiado barato -dijo Berta, su esposa-. ¿No crees que puede haber algún truco?
-Claro que no, mujer-respondió Tomás-Se trata de un buen terreno. Y es mío. ¡Todo mío!
- ¡Mío, quieres decir!